lunes, 26 de marzo de 2012

Champiñones gratinados con mozzarella y hierbas



Por mi aprendizaje gastronómico en Italia hay dos cosas que nunca mezclaría con el queso: El pescado y los hongos o las setas. Cuando de jovencita, trabajando en un restaurante italiano, alguien me pedía parmesano para su pasta al tonno o alle vongole, el corazón y el estómago se me encogían y me tenía que morder la lengua para no decirle al solicitante que por favor no cometiera semejante sacrilegio. Una vez un señor se dio cuenta de mi desazón y me dijo “Señorita, no se lo tome a mal, pero es que para mí la pasta sin parmigiano es como una planta sin flores.”
Pues bien, con los platos que llevan hongos o setas me ocurre exactamente lo mismo. Incluso a un risotto ai funghi soy incapaz de echarle queso, y eso que soy “quesoadicta” confesa.
Pero he tenido que hacer una excepción con este plato. Desde que lo vi en la web de Donna Hay me llamó la curiosidad y sentí la imperiosa necesidad de probarlo, y me pareció un plato ideal para hacer en skillet, porque en este caso conseguimos, como dice Sergio Fernández, cocinar por el método “yoensuciosólouncacharro.com”
La preparé y me encantó. Es algo que hay que comer inmediatamente después de sacarlo del horno, a ser posible sin entretenerse a fotografiarlo, so pena de tener que calentarlo otra vez y perjudicar ligeramente el resultado final.
Merece la pena. Los tres tipos de queso empleados se complementan muy bien entre sí, y el romero y la salvia lo hacen realmente especial. Así que tostad pan, preparad la skillet o la fuente apta para horno, y probad, os va a encantar.

Ingredientes para 4 personas (O para 2 muy hambrientas):


500 grs de champiñones
Sal
AOVE
2 ramitas de romero
6 hojas de salvia
250 grs de mozzarella de búfala
75 grs de Emmental
50 grs de Parmesano


Preparación:



Lavar y cortar los champiñones en cuartos. Secar y rehogar en la skillet con una cucharada de aceite y sal al gusto.
Cuando estén listos, eliminar el exceso de líquido y distribuir por encima la mozzarella cortada en tacos y los otros dos quesos rallados. Colocar una ramita de romero a cada lado y poner las hojas de salvia a intervalos lo más regulares posible para que todo el plato se impregne de su sabor.
Llevar al horno precalentado a 200ºC con el grill encendido y gratinar hasta que la mozzarella esté completamente fundida.
Servir inmediatamente con pan tostado y un buen tinto joven. Ya sé que mucha gente acompaña las setas y champiñones con blanco o incluso con cava, pero para mi gusto un tinto va mejor con los quesos y si es joven mejor, porque permitirá apreciar el regusto a bosque que dejan la salvia y el romero. Yo no soy enóloga, es sólo mi modesta opinión…




Fuente: Adaptado de una receta de Donna Hay






martes, 20 de marzo de 2012

Spring and Easter cookies



Miro por la ventana y me cuesta creer que hoy empiece la primavera, pero es así, al menos en el calendario. Y como me apetece creer que es cierto, fabsfood celebra hoy la llegada de la primavera con unas cookies y una canción.


Las cookies, muy sencillas. Mi receta de cabecera con unas decoraciones muy simples, usando sólo azúcar glace, coco rallado y algún que otro sprinkle.


La canción, "It could happen to you", de Diana Krall, que me recuerda la que fue la primavera más feliz de mi vida, y me hace darle un voto de confianza a ésta que empieza. Who knows... It could happen to you.


Feliz primavera a todos.


Pincha aquí si quieres ver el video de Diana Krall.


Pincha aquí si quieres ver la receta de las cookies.

Hide your heart from sight,
Lock your dreams at night,
It could happen to you.
Don't count stars, or you might stumble.
Someone drops a sigh,
And down you'll tumble...

...Keep an eye on spring,
Run when church bells ring.
It could happen to you.
All I did was wonder how your arms would be,
And it happened to me."


lunes, 12 de marzo de 2012

Pomodori di riso



Roma, un día de verano de hace mucho, mucho tiempo…
Él se ofreció a llevarla hasta la basílica de San Giovanni in Laterano y le explicó como llegar después desde allí hasta Santa Maria Maggiore, recorriendo la via Merulana.
Subieron juntos la escalinata. Al despedirse, por un momento sus manos se rozaron y parecía que sus dedos quisieron entrelazarse pero ninguno de los dos completó el gesto.
Ella entró en la iglesia, se entretuvo por un rato contemplando la explosión barroca de relieves dorados, tan del gusto de Borromini, y después entró en el claustro, a refrescarse con sus sombras y su sencillez, tan opuestas al espectáculo de lujo que ofrecía el interior del templo.
Terminada la visita, se dirigió hacia Santa Maria Maggiore por via Merulana, tal como él le había indicado, escuchando en su walkman la cinta del cantante del momento, que su amiga le había regalado el día anterior. Mientras caminaba se sentía agradecida por el sol y por la libertad de pasear por esa ciudad maravillosa. Sonrió. Tuvo la certeza de que, más pronto que tarde, regresaría a Roma y no sólo para seguir visitando iglesias…
Y regresó, no una sino muchas veces. Hubo amor y desamor, pero Roma nunca la desilusionó. Aún hoy sigue esperando con ilusión cada nueva visita a esa ciudad que si te atrapa se te mete dentro del corazón y no te suelta jamás. Cada vez que vuelvas, tendrá para ti un rincón nuevo, un atardecer mágico, y un plato sencillo y exquisito como éste, que en sí mismo encierra la luz y el aroma del verano.

Pomodori di riso

Ingredientes por cada comensal:
1 tomate grande maduro
1 cucharada sopera de arroz
1 cucharadita de albahaca picada
1 patata pequeña, pelada y cortada en gajos grandes.
Sal al gusto
Aceite de oliva


Preparación:

Se lavan cuidadosamente los tomates, se les corta una rodajita en la parte superior y se vacían dentro de un bol con mucho cuidado de no perforarlos. Salamos los tomates y las “tapas” por dentro y dejamos reposar 10 minutos. Pasado este tiempo, escurrimos los tomates haciendo que eliminen el líquido que se ha formado.
Al bol donde tenemos la pulpa y el jugo de los tomates añadiremos el arroz, la albahaca y sal al gusto, y dejaremos reposar una hora. Distribuimos esta mezcla entre los tomates, ponemos a cada uno su tapa encima y los colocamos en una fuente apta para horno untada con aceite de oliva. En los espacios que quedan entre los tomates distribuimos las patatas, las salamos y rociamos todo, patatas y tomates, con un hilo de aceite de oliva.
Llevamos al horno precalentado a 200º durante 40-45 minutos, o hasta que veamos que el arroz está cocido y las patatas tiernas.
Se puede tomar en el momento o preparar la víspera, resulta ideal como comida de tupper. Para mi gusto, templados es como están ideales.







jueves, 1 de marzo de 2012

Hogaza de patatas con yogur, romero y queso parmesano







Lo que os traigo hoy no es un pan en el sentido estricto de la palabra porque no lleva levadura de cerveza ni se le deja levar como a un pan normal, pero merece la pena hacerlo porque queda muy sabroso y es muy fácil y rápido de hacer. Más que un pan es lo que en inglés se llama “scone loaf”, o sea, es un híbrido entre hogaza de pan y scone. Se puede comer templado o frío y es fantástico para acompañar quesos, patés y embutidos.

Ingredientes:

2 dientes de ajo en lonchitas muy finas
2 cucharadas de AOVE
350 grs de harina de fuerza
Sal
1 cucharadita de levadura química
85 grs de mantequilla
150 grs de yogur natural
4 cucharadas de leche
125 grs de patatas pequeñas cocidas con piel, peladas y cortadas en cubitos de ½ cm (Reservar un par de ellas para decorar)
Romero
50 grs de queso Parmesano rallado
85 grs de queso Gruyère rallado

Preparación:

Precalentar el horno a 190º.
Sofreír el ajo y reservar.
Tamizar la harina, la levadura química y la sal en un bol. Mezclarlo con la mantequilla cortada en cubitos hasta obtener una textura como de migas.
Templar en el microondas el yogur y la leche y removerlo para que ambas cosas queden unidas. Añadirlo a nuestra masa de migas y remover hasta que esté mezclado.
Enharinar la superficie de trabajo y volcar en ella la masa. Trabajarla hasta que esté suave y elástica. Darle forma de rectángulo y espolvorear por encima los trocitos de patata, el ajo y casi todo el queso (Nos reservaremos un par de cucharadas para espolvorear)
Trabajamos la masa 2-3 minutos más hasta que esté todo integrado y formaremos una bola que aplastaremos ligeramente.
Pasamos nuestra hogaza a una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado, la untaremos de aceite y colocaremos unas cuantas rodajitas de patata con piel por toda la superficie. Espolvoreamos con sal en escamas, romero y por último el queso rallado que reservamos.
Llevamos al horno por unos 25 minutos, o hasta que se haya levantado y los bordes estén ligeramente dorados.

*Nota: la receta original habla de 250 grs de patatas. Yo las preparé pero cuando comparé el volumen de patata con la masa me pareció una exageración, me dio la sensación de que iba a quedar excesivamente pesado y decidí ponerle la mitad. No me arrepiento, me gusta muchísimo cómo queda con esa cantidad. No tengo foto del corte (literalmente voló, igual que la luz de la tarde en que lo preparé) pero para mi gusto tiene el grado perfecto de humedad y esponjosidad con esta cantidad.

Fuente: Good Food: 101 Soups and sides