jueves, 26 de enero de 2012

Skillet bread pudding con chocolate blanco y arándanos


Ingredientes:

250 grs de pan duro
300 ml de leche
3 huevos
150 grs de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
100 grs de chocolate blanco
50 grs de arándanos

Preparación:


Engrasar la skillet con mantequilla y meter en el horno a 120º mientras preparamos la masa.

Cortar el pan en dados de 1 cm aprox. Meter en un bol grande.

Templar la leche en el microondas y volcarla encima del pan. Dejar reposar dos minutos para que se absorba y remover un poco para que todo el pan quede impregnado por igual.

Añadir los huevos uno a uno batiendo bien a medida que los añadimos.

Incorporar el azúcar y batir hasta que esté bien disuelta.

Por último, añadir el chocolate cortado en trozos pequeños y los arándanos, reservando un poco de cada para decorar.

Retirar la skillet del horno, volcar la mezcla dentro y llevar nuevamente al horno, subiendo la temperatura a 180.

Hornear durante 30 minutos o hasta que el pudding se desprenda ligeramente de los bordes de la skillet.

Decorar con el chocolate y los arándanos reservados. Servir templado.

lunes, 23 de enero de 2012

Bundt cake de chocolate blanco, cardamomo y agua de rosas



Llevaba mucho tiempo sin hacer un bundt y tenía mi fantástico molde "Original" de Nordic Ware sin estrenar. Hace unos días mi compañera de trabajo Cristina me dejó un libro que compró en Londres la pasada Navidad, y en él he encontrado una receta que me pareció perfecta para la ocasión. La combinación de chocolate blanco con cardamomo y agua de rosas da como resultado un bundt de masa tierna, jugosa y muy, muy aromático y exótico. He hecho el doble de las cantidades de la receta original porque estaba pensada para hacer un bizcocho sencillo con relleno, realizando algún que otro ajuste y manteniendo la cantidad de semillas de cardamomo porque pensé que 40 iban a ser demasiadas y a juzgar por el resultado creo que 20 es más que suficiente. Con el agua de rosas he ido con tiento, porque como dice Harry Eastwood, si te pasas con el agua de rosas, el dulce puede terminar sabiendo a jabón. No ha sido el caso, ni mucho menos. El sabor final es de lo más exótico, probadlo, merece la pena.

Ingredientes:


250 grs de mantequilla
20 semillas de cardamomo
375 grs de harina de repostería
1 cucharadita de levadura en polvo
½ cucharadita de bicarbonato
150 grs de chocolate blanco
3 cucharadas de agua caliente (No hirviendo)
250 grs de azúcar
4 huevos grandes, ligeramente batidos
1,5 cucharaditas de agua de rosas




Preparación:

Precalentar el horno a 180º.
Abrir las semillas de cardamomo y machacar en el mortero los granitos negros que obtengamos. Volcamos el contenido del mortero en un colador pequeño y lo tamizamos para evitar que lleguen impurezas a la masa.
Tamizar los ingredientes secos (harina, levadura, bicarbonato y cardamomo) y reservar.
Engrasar un molde de bundt cake con spray antiadherente y reservar.
Poner en el robot el chocolate blanco cortado en trocitos pequeños junto con la mitad del azúcar. Procesarlo hasta que esté todo reducido a polvo. Añadir el agua caliente y seguir batiendo hasta que el chocolate se haya fundido y esté cremoso y uniforme. Añadir entonces el resto del azúcar y la mantequilla por cubitos, esperando que estén perfectamente disueltos en la masa antes de añadir el siguiente. Incorporar los huevos batidos poco a poco, después el agua de rosas, y por último los ingredientes secos en 3-4 tandas, batiendo hasta que esté todo perfectamente integrado.

Hornear durante 35-40 minutos, o hasta que al insertar en el medio del cake una brocheta ésta salga seca.

Para decorarlo se puede dejar tal y como sale del horno, o espolvorearlo con un poco de azúcar glace, o con un glaseado como el de la foto, que preparé con 75 grs de azúcar glace y el zumo de medio limón. Se mezclan ambos ingredientes hasta obtener una consistencia similar a la de las natillas y se echa en forma de hilo sobre el bundt.



Fuente: Adaptado de “Bake and decorate”, de Fiona Cairns


viernes, 20 de enero de 2012

Post de viernes sin receta


Hoy no os dejo receta, este post va de agradecimientos y de una recomendación.
Mi agradecimiento es para todos los que me dejasteis comentarios en el post anterior, prometo devolveros la visita aunque no sé cuándo. Y gracias en especial a los que me hicieron darme cuenta de que somos muchos los que los fines de semana tenemos esa “vida social” tan intensa que yo describía en mi post. En particular el comentario de mi querida María Begoña me ha hecho reír muchísimo, porque eso de quedarse frito a las once en el sofá viendo “El Rey León” un sábado por la noche es difícil de superar!
Y al hilo de esto, la recomendación que os quería dejar es la siguiente: Aquellos que viváis en Madrid o alrededores o tengáis pensado venir por aquí no dejéis de visitar este blog lleno de pistas y consejos interesantes:


El fantástico equipo de Cheap in Madrid, al frente del cual está mi compañera de trabajo y amiga Sarah, está haciendo un magnífico trabajo de captación de información de todo tipo para quienes viven en Madrid y abarca una oferta amplísima, mucho más allá del ocio (donde hay ya muchas recomendaciones ) e incluyendo todo tipo de información sobre ofertas que pueden interesar a todo el mundo en un montónde campos: Aprendizaje de idiomas, dónde gastarse menos cuando tenemos que ir al dentista, etc.

En cuanto a la parte de ocio, yo desde luego ya tengo apuntados unos cuantos consejos para cuando tenga tiempo y me decida a dejar de ser un berberecho social ^-^
Enhorabuena a Sarah y a su fantástico equipo y muchas gracias por el trabajo que estáis haciendo!

Buen fin de semana a todos!

lunes, 16 de enero de 2012

Cupcakes de Baileys



Hola a todos,

Ya sé que llevo semanas sin publicar. Es increíble cómo se me pasan los días, las semanas, y no encuentro tiempo ni energías para hacer ni la mitad de lo que me gustaría. Me encantaría publicar más a menudo, y visitaros a todos, y comentar el estupendo trabajo que hacéis, y no hay manera, no me organizo lo suficiente. Pero entre los muchos propósitos que tengo para este 2012 que acaba de empezar está el subir al menos un post a la semana y visitaros con más asiduidad, así que vamos a ver si lo consigo.
También tengo otro par de proyectos en marcha, muy modestos pero que me ilusionan mucho. El primero verá la luz en mayo y el segundo… No pongo plazo, me doy hasta finales de noviembre o principios de diciembre y espero conseguirlo.
Os cuento que el sábado por la tarde-noche leí un tweet de Sweet Paul en el que decía que estaba pensando en prepararse una botella de Baileys casero y como tenía todos los ingredientes en casa no me lo pensé, me puse manos a la obra ipso facto. Era la segunda vez en menos de dos semanas que veía por la red una receta de esta maravilla, la anterior había sido la versión de Maricarmen de De postres y otras tentaciones, y la que sugería Sweet Paul era mucho más completa que la que yo solía hacer, más de andar por casa.
Eso sí, os advierto que es difícil resistir a la tentación de empinarse la jarra de la batidora sin esperar a que repose ni a pasarlo a una botella previamente porque sólo el olor… Oh My God. Si lo preparáis una vez, puedo aseguraros que nunca volveréis a comprar Baileys en la tienda.
En fin, que rematé el sábado viendo una película que tenía grabada. La peli era del montón, pero verla al calorcito de la chimenea mientras me bebía una copa de esto… En fin, creo que con una copa de este Baileys casero hubiera visto encantada cualquier bodrio.
Se lo conté a Sweet Paul e hicimos un chin-chin simbólico con nuestras respectivas copas de Baileys. Es el tipo de cosas que me aún me maravilla de la inmediatez de las redes sociales. Y es también el tipo de cosas que me hacen pensar: “Algún día tendré que plantearme dejar de tener la misma vida social que un berberecho.” Lo cual no es fácil, pero igual algún día lo consigo. Porque seguro que vosotros el sábado por la noche no estábais haciendo Baileys casero ni viendo la tele, o me equivoco?

Cierro este pequeño paréntesis de confesiones, y vamos a lo que vamos.
La cuestión es que tener una botella de esta tentación en la nevera es un peligro. Porque abres la susodicha, la botella te mira con ojitos tiernos, y tú tienes que hacer de tripas corazón para no caer.


Para evitar ataques incontrolados e ir consumiendo este néctar de manera más razonable, os propongo esta receta de cupcakes. No pensé que la foto me quedaría con un aire tan nostálgico y rústico a la vez pero así ha sido. O al menos a mí me lo parece. En todo caso espero que os gusten y os animéis a probarlos. Os dejo con la receta de hoy que es un 3 en 1: Baileys + cupcakes + glaseado. Feliz semana a todos!

Baileys casero

Ingredientes:


1 cucharadita de café soluble
1 y ½ cucharaditas de cacao en polvo
½ cucharadita de canela
¼ cucharadita de azúcar glace
¾ tazas de nata
¾ tazas de leche
1 lata pequeña de leche condensada (400 grs aprox)
1 cucharadita de miel
1 y ½ tazas de whisky irlandés (Yo no tenía y le puse escocés. Un buen Bourbon también iría bien)
1 cucharadita de extracto de vainilla

Preparación:


Poner todos los ingredientes en la batidora de vaso y mezclar hasta que esté todo perfectamente integrado.
Dejar reposar una noche (Yo fui incapaz y tuve que hacerle el control de calidad inmediatemente) y conservar en el frigorífico en un tarro o botella herméticos hasta dos meses (No va a ser el caso, por lo menos en mi casa)



Cupcakes de Baileys

Ingredientes para unos 24 cupcakes pequeños.

Masa:


200 grs de harina
¾ de cucharadita de levadura en polvo
110 grs de mantequilla a temperatura ambiente
150 grs de azúcar
2 huevos
100 ml de leche entera
20 ml de Baileys
1 y ½ cucharaditas de canela
½ cucharadita de jengibre
1 pizca de sal

Buttercream de Baileys:


150 grs de mantequilla
330 grs de azúcar glace
1-2 cucharadas soperas de Baileys
Azúcar glace y canela para espolvorear


Ositos para decorar (Regalo de Ingrid)

Preparación.

Masa de los cupcakes:


Precalentar el horno a 180º y colocar los cestillos de papel en los moldes.
Tamizar los ingredientes secos en un bol y reservar.
Mezclar la leche con el Baileys y reservar.
Poner en el robot la mantequilla y batirla con el azúcar hasta que esté cremosa. Añadir los huevos de uno a uno y dejando que se integren bien antes de añadir el siguiente.
Añadir los ingredientes secos en 3 tandas alternando con la mezcla de leche y Baileys, terminando con una tanda de ingredientes secos.
Rellenar los cestillos con esta mezcla hasta unas ¾ partes de su capacidad (Crecen mucho) y hornear durante 14-15 minutos, o hasta que al introducir en el interior de un cupcake un palillo éste salga seco.
Dejar enfriar sobre rejilla, cortarles el copete, decorar con el buttercream y con algún adorno de vuestra elección. Espolvorear canela y azúcar glace.

También están riquísimos solos, sin cortar ni decorar.

Buttercream:

Poner en el robot la mantequilla con el azúcar y batir hasta que esté todo mezclado. Añadir 1-2 cucharadas de Baileys. La crema tiene que quedar lo suficientemente firme para extenderla con espátula o decorar con manga, aconsejo ir probando para no añadir Baileys de más, aunque esto se compensaría con azúcar glace extra, pero cuidado con entrar en este círculo vicioso...


Que aproveche!


Fuente: Adaptado de la receta de Bundt Cake de Baileys de Whole Kitchen Magazine, número 13 (Navidad 2011)








martes, 3 de enero de 2012

Estofado de alubias con calabaza


Feliz 2012 a todos!

Para empezar el año os traigo un plato reconfortante para los días de frío pero a la vez ligero, para recuperarnos un poco de los excesos navideños y hacer sitio para el roscón.
La receta es del número de otoño de 2010 de Sweet Paul Magazine, una publicación que descubrí gracias a Tengo un horno y sé cómo usarlo, un blog fantástico que no podéis perderos.
En cuanto a Sweet Paul (Su verdadero nombre es Paul Lowe), estoy absolutamente enamorada de este hombre y de sus publicaciones, que me leo y releo continuamente porque están llenas de buenas ideas y recetas como ésta, cuya autora es Ann West y aparece en la categoría que Paul llama “My happy dish.” Desde luego, la definición le viene a este plato como anillo al dedo. Es sencillo, delicioso, y una manera buenísima de hacer que los niños se aficionen a las legumbres... Y de hacer felices a las mamis que ven cómo sus hijos se comen las alubias sin rechistar!

Ingredientes para 4 personas:

500 grs de alubias blancas, puestas a remojo la víspera
De 1 a 1,5 de caldo de ave o de verduras
500 grs de calabaza (peso neto, ya pelada y sin semillas) cortada en cubos de 1,5-2cm aprox.
4 lonchas de bacon
1 puerro
1 cebolla
1 diente de ajo pelado y triturado
AOVE
200 ml de vino blanco seco
1 cucharada sopera de mermelada de melocotón
4 tomates maduros pelados, despepitados y troceados
Sal
Pimienta negra
Perejil picado
6 ramitas de tomillo fresco

Preparación:

Cocer las alubias en el caldo durante 45 minutos o hasta que estén tiernas.
Aparte, saltear el bacon cortado en tiritas, la cebolla, el ajo y el puerro con un hilo de aceite hasta que esté todo dorado. Incorporar la calabaza y seguir salteando unos 5 minutos, lo justo para que la calabaza empiece a ablandarse. Añadimos el vino y dejamos evaporar. A continuación, incorporamos la mermelada de melocotón, los tomates, las hojitas de tomillo (reservando algo para decorar), removemos un poco para que se mezcle todo y por último añadimos las alubias con su caldo de cocción. Si vemos que es poco líquido añadimos un poco para que quede todo cubierto.
Dejamos cocer tapado a fuego medio durante unos 15-20 minutos, hasta que la calabaza esté tierna pero no deshecha. Por último apagamos el fuego, destapamos y dejamos cocer otros 5 minutos aprovechando el calor residual.
Para servir, espolvorear con perejil picado y algún tallo y hojitas de tomillo.
Importante: Asegurarse de que hay pan en abundancia para todos los comensales. El caldo no tiene desperdicio!